GEOGRAFÍA DE LA INDOLENCIA

Dialéctica comunicacional

Eudes A Zambrano A

LA GEOGRAFÍA DE LA INDOLENCIA


 

 

 
                      Dado el carácter del sistema que se quería corregir o mejorar –el exsoviético- la cancelación de las divisiones estrictas de la responsabilidad entre el Partido y el Gobierno  –es un paso marxista destacado hacia la extinción del Estado−, aparentemente reafirmaba la corriente reformista política de Khrushchev −que más tarde se llamó glásnost (apertura), cuando la aplicó con éxito, por otros medios y/o de otra forma, Gorbachov−, logrando el ejercicio ideal de la simbiosis Estado-Partido totalitario, como jamás se había alcanzado en la historia soviética, sin disminuir las prerrogativas formales y extraordinarias del Partido; no sirvió más que para afianzar al Partido y su burocracia, en vez de frenarlo en el desempeño caprichoso y abusivo de su poder, a pesar de su valiente empresa emprendida de un firme aflojamiento del control (Khrushchev Remembers, Editado por Edward Crankhaw, 1971)[1].

               En esencia, la enfermedad crónica de la economía y la política social de la URSS, que intentó curar la panacea de Khrushchev, apelando al discurso como reforma ideal del Gobierno, relativo a el «Programa del Partido», donde se “había proclamado la terminación del período de la dictadura del proletariado y la creación de una democracia socialista”, a pesar de sus notables esfuerzos y algunos éxitos, además de haber atacado también el problema perenne de la reconciliación político-ideológica con los intereses técnicos y de dirección, no dio los frutos esperados, porque la dictadura del proletariado es una etapa marxista que se alcanzaría tras una práctica comunista total, de la sociedad, no sólo del Estado totalitario o el Partido. En realidad, la democracia vendría tras esta etapa, una vez culminada en su desarrollo pleno. Lo que hubo en la ex-URSS fue una Dictadura del Partido, y no del pueblo, por lo que se terminó derrumbando (Corvalán, 1993) cuando se aperturó de forma política y socioeconómica el espacio controlado por el imperio rojo, tras la pérdida de poder del Partido inducida con las reformas estructurales aplicadas por Gorbachov, quien finalmente lo disolvió por decreto al reponer el orden después del intento de golpe de Estado, produciéndose consecuencialmente, la caída inevitable de la URSS.      

Aunque fueron muchos los factores que contribuyeron a la caída de la URSS, Luis Corvalán destaca que, a pesar de las deformaciones y adulteraciones introducidas en el proceso de la edificación del socialismo, de las atrocidades de Stalin y de los errores y horrores cometidos, el tremendo viraje que se produce entonces en la sociedad de ese inmenso país pluricultural que constituyó la Unión Soviética, la condujeron a “destruirse a sí misma”, en la cual el autoritarismo y el centralismo derivaron en una burocracia sin fin, que extendió sus tentáculos por todos los rincones del territorio y todos los aspectos de la vida, llevando al colapso económico, político y social que, finalmente, derrumbó el imperio soviético, y nos deja sus impresiones –ya que vivía en la URSS para esos tiempos− que marcan facetas relevante sobre dicho tiempo, más precisamente, cuando Gorbachov fue destronado por algunos días[2]:

A partir del 19 de agosto de 1991, día en que Yanayev y los suyos anunciaron que asumían el poder en reemplazo de Mijail Gorbachov, que se hallaba de vacaciones en Crimea, se sucedieron, día tras día, acontecimientos que condujeron a la URSS al precipicio y quedaron grabados en la memoria de millones y millones de seres humanos de todos los rincones de la Tierra. El derrumbe de monumentos a Lenin, el izamiento de la bandera tricolor de la época zarista en reemplazo de la bandera roja con la hoz, el martillo y una estrella amarillos, la clausura de Pravda y otros periódicos por algunos días, el cierre de las sedes del Partido Comunista seguido de la disolución de éste y el cambio de nombre de Leningrado, entre muchos otros sucesos de aquellos días… (p.32).



[1] Crankshaw, E. Khrushchev Remembers. 3ra ed. United States of America: Bantam Book, 1971. pp.703

[2] Corvalán, L. (1993). El Derrumbe del Poder Soviético. [Libro en línea]. Santiago de Chile: Los Andes, 1994. pp. 151. Consulta: 11-01-2020. Disponible en: https://www.marxists.org/espanol/corvalan/1993_el_derrumbe_del_poder_sovietico.pdf

 



                       Figura 1: Valoración Geopolítica de la República Bolivariana de Venezuela.





 
 


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