El Camino de la Palabra
Krishnamurti nos habla, en su maravillosa sabiduría del conocimiento humano, del renacer de la Filosofía, a través del verdadero sentido que debemos prestarle a las palabras que pronunciamos, meditando en lo profundo, poniéndole fin a toda simbología, a toda imagen que nuestra mente nos trae, interrumpiendo la verdadera comunicación con el Universo, con la verdad de las cosas -si es que existe tal cosa-, abriéndonos al infinito; en esencia, a la nada, para abarcarlo todo en nuestra conciencia, en el ser total, despojados del tiempo, de la conciencia, dejando de ser esclavos de la mente, percibiéndonos nosotros mismos tal cual somos, observado sin prejuicios, sin el control de la mente, ya que el tiempo es un peligroso enemigo de la psicología, porque todo lo trastorna, influyéndonos miedo, incluso a examinarnos nosotros mismos, en el sentido de qué es realmente lo que percibimos, sentimos o creemos. (Esta es mi Reseña de su libro de Google –que estoy leyendo y lo tengo como favorito- “Ser humano: el cambio radical de la mente”).
Generalmente usamos palabras con cierta vaguedad, que no parecen tener ninguna importancia. Pero, en las consecuencias que eso trae debemos reflexionar. Como las usadas en los discursos políticos que, cuando hablan del enemigo (el imperio, en el caso de los políticos radicales, por ejemplo; o, “no es el más competente o adecuado por ser un loco extremista, bocón o racial!, en el caso de los conservadores) no se dan cuenta que también hablan de lo trivial, lo que quiere decir es que estamos viviendo bajo el imperio de las palabras intrascendentes, en una época signada por la pérdida de significación de las palabras. Tal vez en esto se resume nuestro drama krishnamurtiano, quien partía de la idea de que la palabra es la expresión de la conciencia. Entonces, las palabras han perdido peso, las palabras no significan, y esto tiene que ver con la pérdida de la memoria de la significación de las palabras, con la perdida de la conciencia sustituida por lo mediático, por lo que está de moda o en las redes que nos atrapan como telarañas.
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